Cartas a Macarena III

Burkina Faso, 10 de agosto de 2017

110 días y 12.000km

Hola Maca,

Hace unos días que quería escribirte… Y es que siento que mi corazón comienza a formar una capa de acero a su alrededor…

Antes de salir de Utiel, tenía dudas acerca de cómo iba a reaccionar al ver la pobreza, la miseria, la destrucción… Pensaba que sería fuerte y que podría llevarlo bien, pero a su vez me daba miedo hacerme indiferente, insensible. Y ahora no sé dónde me encuentro.

Y eso es lo que me tiene intranquila… ¿Es justo que nazca en mi una barrera? ¿Significa que estoy dejando de sentir el dolor que ellos sienten y viajo al margen de todo? No quiero pensar que es así, pero por otro lado no imagino una estancia aquí sin cierto grado de separación, de alejamiento y de aislamiento…

Estoy cansada. Estoy cansada de pasar por el mismo pueblo cada vez y ver la misma escena de siempre: niños trabajando con rebaños de vacas que los superan en altura o con machetes más largos que sus brazos, niñas con bandejas en la cabeza cargadas con kilos y kilos de frutas, mujeres lavando, vendiendo, sembrando con sus bebés a cuestas y hombres tirados en cualquier tronco, tabla o rueda de tractor, con una indiferencia hacia la vida rayana en lo vergonzoso. Todos con caras largas, pesadas, de cansancio y agotamiento.

Pasamos con el coche y es como si hubiera cruzado por su bola de cristal una estrella fugaz. Esta es la parte más dura del viaje, sin duda.

Sientes que eres el centro de atención vayas donde vayas, que todos tus movimientos son seguidos por todos los ojos presentes, que todos esperan algo de ti. Hay veces que me siento un mono de circo. Sin intimidad y sin derecho a tenerla. Sé que ellos no tienen la culpa, pero eso me agota.

La otra tarde tuvimos que huir, literalmente. Aparcamos en un lugar maravilloso, cerca de un campo de fútbol. Al instante más de treinta niños nos estaban observando. Después de una hora, les pedimos que por favor nos dejaran solos. Sé que ellos quieren vernos y aprender, todo les llama poderosamente la atención, pero se hace duro tener que exponerte a decenas de ojos cuando has conducido durante todo el día y solo quieres ducharte y descansar.

Decenas de ojos que no saben de intimidad, que no entienden de pudor, que nadie se ha preocupado en enseñarles nada. Y nosotros pretendemos que nos dejen solos. Qué estúpidos que somos… Los niños no se fueron y, lo que es peor, comenzaron a increparnos con gestos obscenos. Lejos de pelear con ellos, recogimos todo y nos fuimos. Pero, ¿hemos llegado hasta aquí para huir?

Esa pregunta nos lleva machacando unos cuantos días. Queremos avanzar rápido hacia el sur, buscando espacios sin gente, libertad, tranquilidad, fauna, flora, paisajes y naturaleza. Nos decía Itziar Marcotegui que África consume mucha energía y tiene toda la razón. Al menos, el África que hasta ahora hemos recorrido…

Picos de Sindou
Picos de Sindou, Burkina Faso

Hemos visto que aquí las cosas son blancas o negras. Todo lo que existe está en algún extremo. No hay medias tintas: la vida y la muerte, la belleza y la destrucción se muestran sin ningún pudor y sin que a nadie le importe lo más mínimo. Y eso agota. No estamos preparados para ello. Nadie te prepara para esto. Y por eso el corazón se va enluciendo, poco a poco, para aplacar el lado oscuro de lo que vemos.

Maca, estoy harta de ser blanca. No quiero ser diferente, no quiero ser más, no quiero trato diferencial, no quiero colas especiales, no quiero pagar más por lo mismo, ni menos tampoco, no quiero amigos espontáneos, no quiero que me acompañen a todas partes, no quiero nada de eso. Quiero ser YO MISMA. Quiero ser libre, poder hablar sin que miren mi piel, sino mi alma. Quiero poder andar sin que me sigan en todos mis movimientos, quiero preguntar, charlar, comer, vivir como una más. Quiero que se interesen por mi persona, mi viaje, mis proyectos, mis sueños, mis ilusiones y no por todo lo material que poseo.

Abengourou

A la gran mayoría les gusta el dinero fácil, quisieran tener lo que nosotros tenemos, pero sin esfuerzo. Piensan que allí (como ellos dicen) las cosas se consiguen sin esfuerzo, sin luchar. Por eso siempre andan con el dinero por delante. El puto dinero. Está tan presente en sus bocas como ausente en sus bolsillos. Todo el que tiene dinero lo muestra sin pudor, para que el resto sepa qué tipo de persona es. Y nosotros, ignorantes, queremos pasar desapercibidos… Todo fluye y funciona hasta que esperan dinero de nosotros. Aquí si eres blanco, eres rico.

Y ser rico es signo de distinción. Es lamentable cómo algunos idolatran a las personas con dinero, ya sean negras o blancas. Es vergonzoso cómo hablan de personas que hacen dinero a costa de su educación, su salud y su bienestar. Son víctimas de ellos mismos, de su ignorancia. Pero eso es lo que buscan los gobiernos corruptos de estos países, un pueblo ignorante, que no luche, que se conforme con tener arroz para comer y  Canal + para ver la Liga española.

Y, de nuevo, no les culpo. Las imágenes que les llegan están lejos de la realidad, de nuestra vida diaria. Siempre conocen a alguien que conoce a otro que se fue para allá e hizo mucho dinero. Se sorprenden cuando les decimos que allí la gente trabaja mucho para conseguir lo que tiene…

Puesta sol Cap Skiring
Puesta de sol en Cap Skiring, Senegal.

Maca, recuerdo algunos comentarios de gente que antes de salir nos decía “menudas vacaciones os vais a pegar”. Esto no son vacaciones. Es la vida. La vida de verdad, la de millones de personas invisibles a nuestros ojos, pero que viven cada día como si fuera el último de su vida.
En vacaciones el corazón no levanta muros.

0 comentarios en “Cartas a Macarena III”

  1. Hola Rosalía,
    Era el mes de Marzo cuando vinisteis a nuestro cole, nos hablasteis de vuestro viaje y ya nos quedamos «enganchados» a vuestra experiencia, (porque esto no es una aventura).
    Com ilusión y muchas ganas leo cada una de vuestras publicaciones, pero comparto contigo tu reflexión, no sé si cada vez se me hace el corazón más duro… leo más de lo mismo… y ya tengo ansias de que Rocinante llegue más al sur y ver naturaleza, otras gentes, otros paisajes…
    ¿Pero será así? yo creo que se van a seguir encontrando diferencias, polaridades: blancos/negros; ricos/pobres, altos/bajos…
    Y cada vez estoy más convencido que es un problema de educación, de formación.
    Desde el primer mundo hacemos otros mundos..
    Tan sólo daros ánimos y seguir mostrándonos el mundo tal y como es, sin filtros, sin colores añadidos y sin modificaciones.

    1. Hola Salva, qué alegría leerte. Comparto contigo la opinión de que es la educación la base de todas las diferencias, en África Occidental y en cualquier otra parte del mundo.
      Por ello, no dejaremos de ver polaridades y mundos encontrados que nos harán «proteger» nuestro corazón.
      Pero así es el aprendizaje y no por ello dejaremos de viajar y de aprender. Así os seguiremos contando nuestra experiencia.
      Muchísimas gracias por tus ánimos. Un fuerte abrazo y un buen comienzo de curso.

  2. Quizás hay que ver su mundo desde otra perspectiva. Es difícil verlo desde nuestro nivel de desarrollo que es el que te permite llegar a ellos. Si vinieses del Utiel de 1900 no sería tan impactante. Y justo es ese el abismo que nos separa. Más de cien años!!! Desarrollo que no van a conseguir si no trabajan por sus gentes y sus países que dejan en manos de las mujeres menospreciadas y ninguneadas. Hasta que ellas no despierten no hay futuro. Y a ellas es a las que hay que apoyar y ayudar. Viendo tu reflexión sobre el dinero y la posicion social…que no es igual es todos los sitios? Cuando más necesidad hay más se acentúa las diferencias. Olvida todo lo que conocías y disfruta la experiencia simplemente y con buen humor que de eso a ellos les sobra. Saludos

    1. Gracias Mari Carmen. La base de todo es la educación y mientras ésta esté blindada a la mayoría de la población (entre ella, las mujeres) poco se avanzará en estos países. Sé que debemos olvidar lo que conocemos, pero hay veces que resulta francamente difícil abstraerse de todo y disfrutar… ¡Pero seguiremos tu consejo! Un abrazo.

  3. madre mia..cuanta verdad en lo que dices,hay que vivirlo para saberlo..habrá ratos muy bonitos,pero otros desesperantes,está claro que una experiencia como esa no la puede vivir cualquiera y estais haciendo algo que a mucha gente le gustaría hacer pero no puede..pero en ocasiones la vida es muy dura y creo que uno de los sitios donde lo veis o nos lo enseñais lo refleja,y creo que muchas de las imágenes que vemos no son ni la mitad de duras qu lo que vosotros estáis contemplando,por todo ello enhorabuna,porque estaís aguantando,tendreís retos de bajón y ratos de pasarlo fenomenal..de momento un beso muy fuerte y un abrazo,espero que os de ánimo,a mi igual que a mucha gente(pienso)la carta que escribes llegan..impactana eso se le llama sensibilidad..enhorabuena chicos

    1. ¡Gracias Rocío! Muchas gracias por tus palabras y ánimos. Como dices, hay momentos de bajón para los que no te preparan, por mucho que leas y te informes antes de partir. Nada de lo que allí llega refleja la realidad de estos sitios, así que al venir el choque es algo inevitable. Pero como dice la canción «lo que no te mata, te hace más fuerte» y cada día que pasa sentimos más ánimos y ganas por continuar. Un fortísimo abrazo.

  4. ¡Hola Rosalía!
    Se agradece una carta con tanta sensibilidad y tan honesta.
    Quisiera, con tu permiso hacer una pequeña reflexión. se ha de ser consecuente y saber donde se va… y también qué paradojicamente estos lugares, a la larga, suelen ser un regalo, porque te hacen consciente de lo que se tiene y de lo que no se tiene, emocionalmente hablando. La visita a África te endurece tanto porque se compara con lo que tu has vivido y conoces, pero ell@s no lo tienen ni conocen.
    Entiendo perfectamente lo que explicas, porque es lo que se siente cuando se viaja a los llamados países subdesarrollados. Te observan, porque eres diferente, al igual que te observarían a tu llegada en cualquier pueblo pequeño algo aislado de España.
    Y por ultimo quisiera felicitarte por tu tesón y porque en el fondo estás educando, y no ceder con caras tristes para hacerte sentir culpable y que les des dinero.
    Por tomarte el tiempo y explicar que en Europa las cosas no son tan sencillas, que las personas trabajan durísimo y no regalan nada, todo tiene un precio.
    Y por ultimo que aunque no lo creas, a esas mujeres y niñas les muestras que hay otras maneras, y quien sabe…. a lo mejor hasta la fuerza de revelarse con pequeñas acciones cotidianas.
    Te recomiendo que cuando puedas te veas la película: La fuente de las mujeres (en francés: La Source des femmes) es una comedia francesa … la historia de las mujeres de la aldea, que se embarcan en una huelga de sexo para conseguir que se canalice agua corriente hasta el pueblo.
    Un cordial saludo

    1. ¡Hola! Sí, tienes razón… Sabíamos dónde veníamos, pero nunca puedes llegar a hacerte una idea real de lo que es África hasta que no la vives y la sientes, y eso fue lo que me pasó. La realidad me pasó por encima. Pero son enseñanzas y aprendizajes increíbles que llevaré siempre conmigo y que ahora, con más perspectiva me parecen imprescindibles para entender el mundo en su globalidad.
      Buscaré la película para verla. ¡Gracias!
      Un fuerte abrazo,
      Rosalía.

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