La Costa sin Marfil
Pocos nombres pueden resultar tan seductores: la Costa del Marfil. Evoca exotismo, pureza, naturaleza salvaje y exuberante. Atrae, pues suena a exploraciones, a animales. Inevitablemente suena a elefantes, a esos colosos todopoderosos. Quiero imaginar a los primeros navegantes europeos arribando y desembarcando en estas costas. Debieron quedar maravillados por tanta belleza, por una tierra tan …